martes, 21 de agosto de 2018

Equipaje de verano: vacaciones, descanso… y DEPORTE

La época estival es por excelencia el momento preferido para tomarse un periodo de descanso, desconectar, cambiar de aires y hacer cosas diferentes que a lo largo del año no tenemos tanto tiempo de hacer. Es necesario relajar cuerpo y mente para recargar pilas y pensar en otras cosas, pero, ¿qué llevamos en la maleta de las vacaciones? Sentimos la necesidad de dejar atrás durante un tiempo las obligaciones, las cosas que nos gustan menos, lo que nos carga, lo rutinario. Esto incluye objetos, actividades, lugares, personas… Está bien, dejemos fuera del equipaje veraniego, física y mentalmente, aquello que no necesitamos durante las vacaciones, soltemos lastre, pero por favor, hagamos siempre un hueco al deporte en él.


El deporte es como el saber, que no ocupa lugar. Llévalo contigo allá donde vayas en verano, porque es ligero, es un amigo. Es flexible y práctico, se adapta perfectamente a todos los esquemas y formas vacacionales, a todos los perfiles físicos, a todos los bolsillos, a todos los entornos y a todos los huecos temporales que tú le permitas. Haz lo que quieras, lo que puedas.



Puedes caminar, correr, a tu ritmo. Sólo o en grupo. Explora la montaña y la naturaleza en ruta, haz escalada, o senderismo. Pasea mientras conoces otras ciudades o la bahía de la costa. Visita el mar, el pantano o la piscina para nadar, ejercitarte sobre el agua. Puedes pedalear un rato en la bicicleta, en el gimnasio, en la ciudad o en el parque. Disfruta de la brisa en la cara y de la libertad del ejercicio. Hazle hueco a la gimnasia, yoga, pilates o similares: estira el cuerpo y la mente de todas las formas que encuentres. Ve a navegar, a surfear o practicar deportes acuáticos tan propios del verano. Coge un kayak, canoa, un hidropedal o haz esquí acuático. Desciende por el río o lánzate en tirolina. Juega con las olas, salpica y diviértete con ellas.  Bucea y explora el fondo marino. Ve a pescar o a echar unas bolas de golf. Anímate a una pachanguita de baloncesto o de fútbol con los amigos. Apúntate al torneo de pádel, tenis o frontón de la zona, del club, o simplemente pelotea con algún desconocido o contigo mismo. Participa en la carrera popular de las fiestas del pueblo, en un triatlón o en una marcha cicloturista; estírate en la pista jugando al vóley-playa. Salta, corre o revolotea por la arena con los niños, hazles participar de alguna actividad en movimiento, con el “frisbee”, las palas o la construcción de castillos. Patina, haz una ruta en moto, incluso esquía sobre la nieve si estás muy lejos, al otro lado del globo.



Aprovecha para todo ello las horas de luz, el sol, el viento, el agua. Empápate del aire limpio y renovado en los pulmones, del sudor agradecido en tu cuerpo. No es necesario competir ni ejercitarse al máximo nivel. Tampoco hay que hacerlo todos los días ni durante mucho tiempo, pero sí con cierta regularidad. Al nivel que se pueda, lo que esté más a mano y sea más factible para cada uno, pero se trata de no aparcar el deporte durante las vacaciones veraniegas, al contrario. No te pares, no te oxides; mantente activo e incluye el ejercicio físico liviano, ameno, en el delicioso periodo de descanso.

Porque el deporte es higiene mental permanente, un elemento de desconexión, eliminación de toxinas y recarga de energía como lo puede ser un buen libro, una puesta de sol, un concierto al aire libre o unas cañas con los amigos. Es una manera de entrar en contacto con uno mismo y de sentirse mejor. El ejercicio físico es una fuente salud corporal y mental, una herramienta que nos ayuda a estar más en paz, en equilibrio con el mundo que nos rodea.

Procura sudar un poco, procura concentrarte en el siguiente golpe, ola, zancada o lanzamiento. Pásatelo bien, diviértete con ello. Disfruta sintiendo tu cuerpo en acción, escuchando lo que te dice con cada postura, cada movimiento. Siéntete vivo, cansado físicamente pero satisfecho. Encuentra agujetas en sitios insospechados y ríete de ellas al día siguiente. Experimenta en esta época la plenitud de sentirte más ligero que el día anterior, más contento, más decidido a superarte. El verano es una época propicia para encontrar nuevas actividades deportivas, para descubrir ejercicios y planes que nos ayuden a mantenernos en forma y sanos.

Y cuando estés cansado de practicarlo, relájate, tómate un merecido descanso y disfruta del deporte de élite por televisión, que en estos meses estivales hay mucho, variado y muy bueno. Todos los años podemos disfrutar de los imperdibles: Tour de Francia, Wimbledon, Vuelta Ciclista a España, US Open y Másters de Tenis, partidos de pretemporada de deportes colectivos, motos, fórmula 1…. Y cada año además nos acompañan competiciones extraordinarias y cambiantes según el calendario, especiales y diferentes: campeonatos mundiales o europeos, tanto de baloncesto, como de fútbol, natación, atletismo, bádminton, balonmano… incluso Juegos Olímpicos cuando toca.  Una delicia televisiva para seguir vibrando con las competiciones profesionales de máximo nivel también durante nuestras vacaciones.

Así que este verano, vayas donde vayas, recuerda que el deporte es tu compañero ideal de vacaciones, para practicarlo y para verlo, porque te ayuda a disfrutarlas más. Incluirlo en tu maleta son todo ventajas, pues es muy agradecido: te da mucho y pide poco a cambio. Hazle hueco en tus rutinas y te mantendrá más activo y más entretenido. Además, te ayudará a hacer una transición suave  a modo de pretemporada. Acuérdate de él, compártelo y siente su bienestar. Felices vacaciones y feliz deporte estival.