lunes, 28 de agosto de 2017

GOODBalE, Gareth? Bale, reinventarse o salir

El Real Madrid vive una época de plenitud, títulos y juventud. Celebra la perspectiva de presente y futuro sólido, construido sobre prometedores y experimentados jugadores, y sobre un nuevo estilo de juego, de entendimiento táctico del fútbol. Un fútbol de alta presión, toque rápido y constante, asociación y profundidad. Le ha costado años recuperar este estilo, esta identidad de buen fútbol y de cuidar la pelota. Parece que todo es frenesí y alegría. Sin embargo, en esta orquesta que lleva Zidane bastante armoniosamente, se escuchan cada vez con más intensidad los chirridos de una pieza que no encaja. Y que lleva dos años fuera del puzle, sin saber cómo enroscarla ni apurarla en condiciones de nuevo. Esa pieza es Gareth Bale.
Bale es un producto “marketiniano” muy poderoso, que supuso un tremendo impacto en el mercado de fichajes del emporio Florentino Pérez hace ya cuatro años. El expreso de Cardiff, que se asemeja mucho al Guadiana por su desaparecer frecuente, atravesó sus dos primeras temporadas con bastante acierto, sorprendiendo y aportando bastante al equipo, aunque nunca al nivel de una estrella mundial que se echa al equipo a sus espaldas. A pesar de premoniciones y demagogias, por mucho que costara cien millones de euros, ni es Cristiano ni es Messi, Maradona o Pelé; y probablemente nunca llegue a dicha categoría. Eso sí, este portento físico, veloz como nadie, más propio del atletismo o de una posición de quarterback, empezó su carrera jugando de lateral. Su arrolladora potencia le hizo adelantarse a jugar de carrilero largo, incluso de extremo, hasta readaptarse como punta o como delantero centro incluso estos años en el Madrid.
Desde hace un par de años, hay un run- run” cada vez más fuerte con Bale. En el Bernabéu, en los medios, en la opinión, en el juego. Porque se hace cada vez más evidente. En este tiempo el Real Madrid ha evolucionado su juego hacia la posesión y el toque, hacia la presión, la asociación combinativa y la profundidad. Y Bale se va quedando fuera de ese esquema, de ese juego. Las lesiones no le han dado nada de continuidad, pero lejos de empañar la trayectoria del Madrid por ello, muchas voces opinan que su ausencia ha sido el factor fundamental del éxito del equipo que le ha llevado a ganar siete títulos en apenas año y medio. Y cada vez que vuelve, parece que la pieza Bale en el puzle Real Madrid está más deformada y chirría de manera más plausible, se le percibe más fuera que dentro, más desconectado del resto. Incluso el portero Keylor Navas participa más casi del juego de salida de balón y de toque que Bale. Al galés se le ve perdido, buscando en el campo un fútbol que ya no encuentra. Cuando está en el campo juega un equipo de diez más Bale en lugar de once jugadores.
Por supuesto, sería absurdo decir que Bale es mal jugador. Todo lo contrario, es un pedazo de atleta con unas condiciones impresionantes para rendir en este deporte, y lo demostró durante varios años. En el fútbol vertiginoso de espacios y contras, en las carreras de balones largos y regates de potencia, ahí es uno de los más dominadores en el fútbol actual.
Pero el Madrid ha evolucionado buscando un estilo más propio y vistoso, más gustoso de fútbol y de pelota, y Bale de momento no lo ha sabido entender. Ni él ni Zidane, y la papeleta la tiene el equipo técnico y el cluben estos momentos. Hay una decisión que tomar, pues el Madrid y Bale parecen la bella y la bestia. El Madrid construye, elabora suavemente, con delicado fútbol que gusta y enamora, con toque y pegada, con presión y magia técnica. Es lo que te da la combinación de futbolistas sublimes como Modric, Kroos, Isco o Asensio, con Cristiano, Benzema o Lucas Vázquez. Pero Bale se queda en fuera de juego en esta ecuación, es la bestia que no entiende la sutileza, el diamante en bruto que necesita pulirsepara compartir y participar en esta estrategia futbolística actual. Se le pide un paso hacia adelante si quiere sumarse a este carro.
La técnica y la calidad en el toque no se entrenan, se tiene o no se tiene. En ese sentido Bale está más limitado. Pero no por ello debe desaprovechar él ni el Madrid las posibilidades que tiene, y eso se debe hacer con cabeza, readaptando sus capacidades respecto al equipo y al juego que le rodea. Sobre todo porque no es la primera vez que Bale lo haría.
Gareth, esta bestia física encuadrado en una bella sinfonía de fútbol, necesita entender que en este punto de su carrera, recular en el campo es avanzar en su juego. Zidane es el primero que debería imaginar y plasmar esta solución, y trabajarla con él. Igual que empezó desde el lateral y se fue adaptando a posiciones más adelantadas en banda, hasta llegar al gol, ahora Bale está de nuevo en un punto de inflexión si quiere encajar de verdad en este Madridreconvertirse en un medio, interior izquierda que explote sus capacidades, que le dé al equipo trabajo en banda, desahogando a Marcelo, buscando velocidad, profundidad y desmarque por la izquierda, que es su banda y su pierna buena.
Bale es capaz de desbordar y sacarle dos metros al defensa en cinco zancadas, de poner balones medidos al área, de cruzar balones envenenados hacia la portería, de tener llegada por sorpresa, y de aportar goles de cabeza y en segundas jugadas. Todo eso, con táctica y disciplina de juego, es lo que puede hacer que Bale sí encajara en este Madrid. El equipo no va a cambiar su filosofía actual, que le está dando éxitos presentes y proyección futura. Por tanto la elección es del club, de Zidane, y del propio BaleGareth, ¿qué quieres para tu carrera? ¿Seguir en el Real Madrid, club en el que triunfar y poder convertirte en uno de los grandes jugadores de mediocampo, de verdad? ¿O ser un galgo inglés que ofreció varios destellos puntuales pero que se tuvo que volver a Inglaterra, a su fútbol más veloz, rudo y profundo, porque no supo adaptarse a un fútbol más puro?
Creo que Bale tiene cabeza y capacidad para darse cuenta de esto. Y Zidane y el club también. Pero es un trabajo que, si de verdad apuestan por él, debe comenzar ya, a desarrollar los automatismos y a rescatar los movimientos propios de un mediocampista de banda izquierda, para poder encajarlo en las rotaciones medulares del actual Real Madrid.
Para que Bale triunfe con el Madrid actual, se debe superar el concepto de la “BBC” como tridente atacante. Podrán jugar y brillar los tres cuando Bale sea uno más del medio, no un punta. Cuando participe de las mismas rotaciones que los demás centrocampistas con llegada y gol. Entendiendo que este jugador te da unasopciones distintas que otros futbolistas, pero que son tremendamente importantes y decisivas si las saben aprovechar bien: abrir defensas cerradas pegado a la cal, metiendo balones envenenados desde la banda, sorprender con disparos lejanos, revulsivo en segundas partes para contragolpear a defensas cansadas, quemar naves en juego aéreo dentro del área, etc.
Las opciones de Bale son enormes, pero su camino en el Madrid pasa por su reinvención y reciclaje. Un reajuste de posición hacia atrás, una generosidad de esfuerzo con el equipo aprovechando su físico, en la presión, en el desborde y desmarque. Si Zidane es capaz de acoplar este aspecto, Bale y el Madrid pueden recorrer juntos un trayecto exitoso en el devenir de los próximos años. De otra forma, Bale estará condenado al malestar de aficionados y prensa, al ruido molesto de la pieza que chirría y abocado a una venta al fútbol inglés. Sería una vuelta a casa por no dar un paso al frente y un paso atrás en su carrera por no entender el fútbol un escalón más arriba….
Ya lo dijo Darwin en su teoría de la evolución, y en el fútbol ocurre lo mismo: o te adaptas o sales. Es el futbolista el que se debe adaptar al equipo y no al revés.
O te reinventas, o GOODBalE, Gareth.

martes, 22 de agosto de 2017

La LIGA es la VIDA

Está de vuelta, otro año más. Se ha hecho esperar tres meses, pero por fin llegó. Tiene algo especial, y su presencia nos brinda una cálida sensación de estar acompañado, de que un nuevo curso empieza y de que todo está por descubrir y disfrutar. Es el fútbol en la competición doméstica, es el sabor de los “findes”, es la ilusión que recorre España cada semana: es la Liga.
Aún recuerdo aquel maravilloso anuncio televisivo de la competición liguera, bajo la voz en off de Fernando Fernán-Gómez, y que rezaba que “la liga es la vida”. Y es así de cierto. No se entiende este país sin su fútbol, como parte de su tradición y su cultura, y sin su Liga como competición que vertebra y regula el tempo social y emocional de todos nosotros.

La Liga es la dulce alegría que acompaña la rutina, entre jornada y jornada. El curso escolar empieza y acaba con la Liga, como lo hacen las vacaciones, las colecciones de cromos y otros muchos proyectos y actividades profesionales y personales. Actualmente, estira los fines de semana desde el viernes al lunes con el juego, y regatea los días laborables generando análisis de todo tipo, resultados, cábalas y expectativas para la siguiente jornada.
La Liga es como un puente que recorre tu vida, es una excusa para ser feliz. Te guía año a año, te va marcando los cambios de estación y te regala experiencias y recuerdos para siempre, a todas las edades. Tardes enteras de estudio o de juego mientras escuchas la radio, reuniones familiares en torno a la televisión, quedadas con amigos o compañeros al salir del trabajo, en el bar, o en el campo….son ratos de emoción que han marcado mi vida, desde la niñez a la edad adulta. “En esta casa todo gira en torno al fútbol, hay que ver”, se queja siempre mi madre. Los planes, los horarios, la logística. Los viajes, las actividades, la comida y hasta el sueño. Así es, el fútbol regula el compás de nuestra vida y la temperatura de nuestro corazónnos altera el humor y nos renueva la energía. Así lo recuerdo desde siempre en mi casa, a mi abuelo, mis padres y hermanas, mis primos, mis amigos.
La Liga es un vehículo de enseñanza muy potente. “El que la sigue, la consigue”, o “a Dios rogando y con el mazo dando”, son refranes que sintetizan el valor principal de una competición como ésta: el premio a la constancia, a la regularidad, al esfuerzo. El foco humilde en la rutina y en el día a día, sin despistarse por cantos de sirena como la Champions, la Europa League, la Copa, Eurocopa o el Mundial. Que hay que jugarlo todo y tratar de ganar siempre, si, pero lo primero es la Liga. Antes la obligación que la devoción. Siempre. El esfuerzo disciplinado, a modo hormiga, es el que te da el éxito al final del curso. Como el tiempo, la Liga siempre pone a cada cual en el lugar que se merece, sin discusión. El fútbol y su competición tienen mucho reflejo del refranero español en la sociedad.
En los últimos años además, acompañando al fútbol puro como deporte pasional, la Liga se ha modernizado como competición, evolucionando por delante del mercado y siendo un referente mundial. La Liga es el producto más atractivo del panorama futbolístico, comercialmente muy potente y con mucho margen de crecimiento aún. Un producto que expande y explota la marca España al máximo nivel.
La profesionalización del fútbol y de sus organismos, la mayor inversión en formación base e infraestructuras, y la potenciación de los canales comerciales y de comunicación que lo regulan, son factores que han acelerado y optimizado la madurez del sector, en particular de instituciones como la Liga. Su responsabilidad es grande, pues hay que tratar con mimo cada detalle de un espectáculo sobre el que hay muchos ojos puestos, y muchos corazones.
Habrá quien esté conforme con el fútbol moderno y quien eche de menos el fútbol de antaño. Habrá quien vibre con el formato actual de competición o quien no entienda los cambios. Pero lo que está claro es que la Liga procura cuidar nuestra pasión de cerca y llevar nuestro fútbol lejos, conectar con la raíz de nuestros sentimientos, ofrecernos deporte de calidad y mantenernos ávidos de emoción, expectantes ante cada partido, cada jugada y cada gol…
La Liga nos trae el fútbol en esencia, más al día, más constante. Nos ofrece emoción y sufrimiento, nos voltea y nos levanta, nos ayuda y nos enseña todo lo que tiene. La Liga siempre cuida de nuestro fútbol, lo exprime para que bebamos su zumo, nos da los frutos de lo que sembramos entre todos con esmero. La Liga nos devuelve todo lo que merecemos,  nos ayuda a vivir tal y como somos, en esencia sentimiento vivo y emoción, pensamiento y acción. Fiel a su cita, la Liga siempre vuelve, para llenar de alma el cuerpo, el corazón de ilusión, y de fútbol la vida. De otra forma no se entiende, puesto que en este país LA LIGA ES LA VIDA.

viernes, 4 de agosto de 2017

Trabajo en silencio, éxito de escándalo: Mireia Belmonte

Fabulosa, increíble, decidida.  Potente, rápida, sonriente, feliz. Así despliega Mireia Belmonte todo su trabajo en la piscina, y acorde son sus resultados, vistosos y extraordinarios. Resultados que se siembran día a día con horas de esfuerzo en solitario, de sacrificio por una profesión y una vida deportiva.

Mireia Belmonte ha vuelto a ser este verano adalid de la marca España, bandera del deporte nacional que mira de frente al resto del mundo y reclama su sitio entre las mejores, para reconocimiento de la prensa, deportistas y la afición mundial. El asombro de sus gestas ya no son tan impactantes por lo novedoso, pues nos tiene mal acostumbrados a ello, sino por cómo se supera a sí misma año tras año, cómo va un poco más lejos en cada competición.

Cierto es que cuando al aficionado se le acostumbra a lo extraordinario, suele exigirlo de nuevo en cada ocasión sin valorarlo en su justa medida, distorsionando el esfuerzo que requiere lograr algo así, y errando al no darse cuenta de que mantenerse es aún más complicado que llegar. Gajes del oficio, vicios de la mente. En cualquier caso, este verano Mireia Belmonte ha conseguido de un plumazo seis medallas y un cuarto puesto. Enorme gesta. Se ha colgado un oro y dos platas en los mundiales de natación de Budapest (200 mariposa, 1500 y 400 estilos respectivamente). Y varios días después ha conseguido otras tres medallas, oro, plata y bronce, en la copa del mundo de Moscú (dos de ellas en el mismo día de competición, con apenas treinta minutos de diferencia).

En apenas diez días Mireia ha nadado más de diez pruebas al máximo nivel (a pesar de un proceso gripal que obstruía sus vías respiratorias). Y en apenas diez años de competición en la élite, ha conseguido la friolera de cuarenta y siete medallas (cuatro de ellas olímpicas), batiendo varios récords del mundo y nacionales, ha hecho temblar a sus rivales y ha puesto patas arriba aquellas piscinas por las que pasa, con los aficionados en pie. Y sobre todo ha conseguido emocionarnos a todos, al descubrir que tenemos un pez en nuestras aguas que compite a tope allá donde nada.

Mireia, aquella que arrastra con ímpetu ejemplar su fe en sí misma y en su talento, y su actitud valiente y persistente. Pero sobretodo su fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio. Horas, meses y años de titánico trabajo en la sombra, de pasar más tiempo dentro del agua que fuera. El trabajo de piscina es lento, silencioso, intenso. No hace ruido, pero exige hasta el límite a todos los músculos y órganos del cuerpo, hasta sacar la máxima capacidad del nadador.



Mireia, disciplinada como nadie. Nadadora desde pequeña por necesidad y consejo médico. Asmática y alérgica al cloro. Y aun así es la mejor nadadora española de la historia, y una de las mejores de la actualidad mundial. Orgullo de todos y ejemplo de superación, de lucha por un sueño. Mujer que lo da todo, y persona agradecida con el entorno. Trabajadora incansable, discreta, en silencio. La paz y quietud de la piscina se transforman en ruido, emoción y explosión de talento cuando Mireia se desliza por el agua. Escandalosos éxitos acuáticos que celebramos oportunamente,  dando gracias a su esfuerzo y trabajo bien hecho, que nos permiten vibrar en cada campeonato. Con Mireia podemos competir de tú a tú con el mundo, podemos llenar los pulmones de aire y seguir nadando, podemos sentir que nunca dejará de sorprendernos.


Mireia, inasequible al desaliento, mujer de bandera, deportista de élite. Sirena de España, nadadora mundial, ejemplo y orgullo. Campeona de todo, a pesar de los obstáculos,  de los sesgos sociales y mediáticos en los deportes minoritarios. Tenemos que agradecerte mucho más de lo que piensas, por tu coraje, por tu fuerza. Por llevar el gen competitivo y ganador dentro de ti, y desarrollarlo cada día. Ese instinto que compartes con otros monstruos del deporte español que en las últimas décadas nos habéis demostrado que somos más grandes de lo que pensamos (Nieto, Ballesteros, Indurain,  Gasol, Nadal….). Leyenda viva en la que confiar, espejo en el que mirarseAquella que siembra su trabajo en silencio, y recoge como fruto reconocimiento y éxito de escándaloMireia Belmonte y olé.