miércoles, 24 de mayo de 2017

Isco, el triunfo del talento y el trabajo

Se nota mucho cuando un deportista disfruta haciendo lo que sabe y lo que le gusta. Se detecta porque hay energía y confianza en su juego. Cuando el futbolista se divierte sobre el campo, está creando el caldo de cultivo para dejar fluir todo su talento. Es imposible que se guarde nada, todo sale a relucir y se detecta toda la belleza y la armonía que guardaba en su interior. El futbolista que se divierte jugando es el que consigue explotar algo que llevaba dentro hasta que lo libera, y deja las riendas a la imaginación y la creatividad en lugar de al control y a la presión.
Esto es lo que pienso al ver la temporada del malagueño Isco, jugador del Real Madrid y de la selección española, que ha eclosionado en la flor de su carrera. Este chico ha trabajado mucho, ha peleado y reclamado su sitio, su oportunidad para tener continuidad en el equipo y así demostrar lo que lleva dentro. Y la ocasión le ha llegado, por unas u otras circunstancias, pero ha sabido labrarse su hueco, estar en el sitio y momento adecuado. Y claro está, ante ello, ha respondido de una forma extraordinaria.
Los años anteriores, no acababa de jugar bien, fluido. No era el Isco natural que había maravillado en Málaga y Valencia. Se le notaba atenazado, estresado en el campo, queriendo hacer muchas cosas a la vez y en muy pocos minutos. Esto es algo casi imposible. Nadie por mucho talento que tenga puede rendir en condiciones si no se le deja trabajar con calma. Sabemos que el fútbol son resultados y no hay margen, y más en los clubes de mayor potencial, pero a veces un poco de paciencia y visión genera  mejores resultados a medio plazo.
Ha sido este año cuando el club, el entrenador y los compañeros han creído en Isco de verdad, cuando se han jugado los partidos y las competiciones más importantes. Ha ido jugando más minutos, y aunque aún le falta un peldaño para ser indiscutible en el once, esta temporada ha sido crucial para un equipo donde la competencia es brutal. Este año Isco se ha divertido mucho sobre el campo. Da gusto ver la temporada de este jugador, cuyas jugadas parecen trompicadas y enredadas entre piernas de futbolistas, pero en las que el balón suele salir no se sabe por dónde finalmente, convertido en magia,  desahogo, claridad de juego y pases inmejorables, en ocasiones que valen quilates de oro para convertidas en gol. En muchos goles.
Además físicamente se le ha visto más fresco, más fuerte en las arrancadas y más contundente en el cuerpo a cuerpo, en la protección y conducción del balón. Incluso defensivamente, mucho más sacrificado cuando ha hecho falta. Ha crecido como jugador en 8 meses más que los otros 3 años anteriores, encontrando por fin su juego y conectándolo con el resto del equipo, con el esquema, con sus socios. Ha respondido con creces a las necesidades y a las expectativas máximas que hay siempre en el Madrid, siendo un valor capital para el equipo.
Aún espero próximamente esa proyección explosiva de su fútbol en la selección española, donde se postula como digno sucesor de Iniesta, la referencia angular sobre la que seguir manteniendo un equipo de toque y paciencia. Isco está llamado a liderar la próxima generación de “jugones” españoles, que ya está aquí, a ser ese jugador distinto que decide partidos de forma impredecible y da un paso adelante cuando su equipo lo necesita.
Todavía es muy joven y tiene que seguir aprendiendo y mejorando, pero también demostrando y aportando, pues tiene aún  mucho margen de progresión. Si le dejan, si le respetan, puede tener una brillante carrera, que si bien empezó hace varios años, no ha sido hasta esta temporada en que ha explotado con su arrollador talento. Finalmente encajado en un equipo, en un sistema y con unos minutos que han dado rienda suelta a un fútbol inspirador y distinto, una delicia técnica y táctica que ataca con imaginación y verticalidad los espacios y el área rival.

Bravo Isco por no rendirte y pelear. Bravo por mostrarle al mundo tu clase y tu fútbol especial, vistoso y alegre, y por convencer a todo un grande como el Madrid de que por derecho propio te has ganado un sitio entre los imprescindibles del año, y de los próximos. Gracias por divertirte en el campo y hacer que el aficionado se divierta igualmente. Por ser un gran ejemplo y el camino a seguir por los jugadores españoles y la cantera en general de este país. Gran presente y futuro para este gran jugador, Isco Alarcón.

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