miércoles, 6 de noviembre de 2019

Se terminó el Catering

Se retira del baloncesto uno de los mejores jugadores de la historia de nuestro país, José Manuel Calderón. Un jugador de un valor incalculable, de la mejor generación histórica que ha dado este país. Probablemente uno de los que más ha honrado este deporte dentro y fuera de la pista. Un tipo normal, educado, sobrio, discreto. Apasionado por el juego puro. Sin una mala palabra, gesto o aspaviento en toda su carrera.

Con una cabeza prodigiosa para llevar la batuta en la cancha, una exquisita capacidad de dirección del juego, de distribución y generación de oportunidades de ventaja para el equipo. Constructor de un estilo propio, capaz de manejar el firmamento del baloncesto en sus manos. “Mr. Catering”, como le apodó el gran Andrés Montes, ha sido el play-maker español por antonomasia. Porque supo como nadie hacer brillar aun más a los que tuvo a su alrededor, y los hizo mejores gracias a su generosidad y a su inteligente lectura del juego.

“Calde” se retira tras una extraordinaria carrera de más de 1.000 partidos y 20 años en la élite del baloncesto mundial (6 en ACB y 14 en diversas franquicias NBA). Además, ha sido pieza capital e integrante básico de “La Familia” en la selección española de baloncesto durante más de 14 años. Nació con ella, fue un junior de oro, y se lleva en su palmarés no sólo las medallas de todos los colores en Mundiales, Juego Olímpicos y Europeos, sino lo más importante: una colección de recuerdos, vivencias, historias de superación, profesionalidad, momentos mágicos e inolvidables de baloncesto que forman parte de la historia legendaria de nuestro país, y de la aportación esencial que ha brindado a este deporte para hacerlo crecer y superarse.



Dicen que el ser humano se acuerda y valora especialmente las mejores cosas de la vida cuando ya no las tiene, y algo así nos está pasando ahora que se nos termina el (Mr.) Catering de José Calderón. Siempre al servicio del equipo, siempre disfrutando del momento presente en pista. No se cansó de aprender del baloncesto ni de darle todo lo que llevaba dentro. Un alumno aventajado, profesional aplicado, compañero fiel. Un deportista que ha enriquecido todos los equipos y competiciones en los que ha participado. Que ha enseñado a tantos jóvenes cómo desde la cabeza se ganan partidos y desde el corazón se conquistan las gestas más emocionantes e impensables.

La ejemplar carrera profesional de “Calde” como jugador de baloncesto llega a su fin en un ejercicio de tremenda sinceridad, honradez y reconocimiento. A una personalidad sencilla y también- jugando con las palabras de su localidad natal, Villanueva de la- “Serena”, a una labor que ha dignificado la esencia de juego del baloncesto, haciéndolo fácil, intuitivo, fluido y templado. Seguirá aportando mucho a este deporte desde fuera de la cancha (en la asociación de jugadores NBA), pero echaremos de menos verle en pista repartiendo juego y cortando el bacalao, penetrando en bandejas de plata, dominando el tempo y dando lecciones de pausa y acción, cabeza fría, los tiros lejanos y la anotación desde el corazón. Se nos acaba el Catering del baloncesto con Calderón, agradecidos eternamente por su tremenda e inolvidable aportación al baloncesto español. ¡Gracias Calde!

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