Marc Gasol ha hecho historia. Hace unos días, el pequeño de
los hermanos Gasol conquistaba con los Toronto Raptors el anillo de campeón de
la NBA. Lo que viene a ser el mejor equipo de baloncesto en la mejor
competición del mundo. Era inevitable que tanto Pau (por 2 veces, hace ya unos
años), como Marc (este año), ganaran el título de la NBA, es algo que estaba
escrito en algún lugar del universo baloncestístico y cuyo secreto está en los
genes y en su carácter ganador, ese que de forma inconsciente acaba por generar
las oportunidades propicias donde sacar la mejor versión de uno mismo.
Podemos llamarlo intuición, autoconocimiento, suerte o
destino. Pero saber elegir proyectos en la vida, y más aun en la corta trayectoria
profesional de un deportista, resulta clave para el devenir de una carrera al
más alto nivel. El camino que Pau Gasol abrió en Memphis Grizzlies lo continuó
Marc años después en el mismo equipo. Cambio que hizo crecer a Pau en los
Lakers hasta alcanzar dos anillos de campeón. Ahora Marc le sigue de nuevo en
ese crecimiento y alcanza la gloria del baloncesto americano, apenas cuatro
meses después de llegar a los Toronto Raptors.
Es ese gen ganador, ese carácter de superación el que ha
hecho que por primera vez en la historia dos hermanos españoles hayan ganado
por separado un anillo NBA. Ese gen que
se alimenta de trabajo y que se abre camino buscando siempre un techo más alto
que uno mismo. La decisión de Marc de optar a un proyecto tan ambicioso como el
de Toronto a mitad de temporada responde no sólo a su talento dentro de la
pista sino a su capacidad de elección, de toma inteligente de decisiones y a su
facilidad para construir relaciones fructíferas fundamentales dentro de un
equipo. Igual que hace en la cancha. Marc tomó una decisión difícil en pos de crecer
y explorar su potencial más allá de su zona de confort, de lo que él mismo
conocía. Dejó una franquicia en la que ha hecho historia y donde tenía un hueco
asegurado, cómodo y vistoso, para pelear con los más grandes y seguir el camino
de la gloria que años atrás le fue abriendo Pau.
Los Raptors tuvieron una gran visión, el sueño y la
determinación de dar un salto de calidad y crecer como franquicia para optar a
todo en la conferencia este. Incluso a ser campeones. Con esa mentalidad han
ido atrayendo talento. Sumando a su carro un crisol extraordinario de jugadores
que comparten ese gen ganador que les ha permitido alzarse con el primer título
de la historia de la franquicia: Leonard (el indiscutible MVP), Siakam, Lowry,
Van Vleet y Green tienen mucho que ver en ello, pero la guinda del equipo la
pone la terna de los “Spanish Raptors”: Marc Gasol, Serge Ibaka (que ya estuvo
a punto de conseguir su primer anillo hace años con los Thunders) y como
segundo entrenador del equipo, Sergio Scariolo (que compatibiliza su cargo con
el de seleccionador español). Gigantes del baloncesto que apostaron por un
proyecto donde vieron opciones de superarse. Profesionales extraordinarios cuyo
gen ganador les ha ido arrastrando a este destino de crear historia juntos y de
codearse con los más grandes en este deporte.
No olvidemos tampoco la gran temporada del resto de
españoles “ÑBA”: Mirotic, que tras cambiar de equipo durante la temporada se ha
quedado a un paso de jugar la final con los Bucks; al igual que Pau, que en un
año difícil de lesiones, eligió asimismo un gran proyecto. Ni tampoco del
fantástico año de Ricky Rubio en Utah, el crecimiento en números de los
hermanos Hernangómez, o de la madurez templada de José Manuel Calderón.
Será la marca España, será nuestra preparación deportiva,
nuestra mentalidad o nuestro trabajo por desarrollar talento. Pero lo que está
claro es que nuestro baloncesto se abre paso en la élite y sabe dar sus pasos
para elegir buenas opciones y desarrollar su valor. Ese gen ganador que llevan
dentro estos jugadores, en especial los Gasol, que están marcando un antes y un
después en la historia española de este deporte, acaba siempre abriéndose paso,
convergiendo de manera inevitable en proyectos exitosos y de victoria, detrás
de los cuales siempre hay mucha humildad y mucho trabajo. Estaba escrito que un
español ganaría el anillo NBA, y ahora ya son tres (Pau, Marc e Ibaka), con
tres títulos en dos equipos diferentes. Cuatro contando también a Amaya
Valdemoro, que consiguió 3 anillos consecutivos de WNBA años atrás abriendo este
camino. Puro carácter ganador.